lunes, 28 de julio de 2008

No material


Hace unos días, o quizás unas semanas, me encontraba yo tomando una cerveza con un amigo y hablando sobre nuestros trabajos. “Estoy vago”, me dijo él. Y yo también lo estaba. “¿Por qué el arte ha de ser siempre materializado?” comenté yo. “Eso, ¿por qué? Contestó mi amigo.
Pues resulta que en un libro de Murakami, que casualmente fue el traductor al japonés de las obras completas de Raymond Carver, me encontré esto:

“-No lo sé-dice Ôshima-. Nadie puede predecir adónde se dirigirá el talento. A veces desaparece sin más. Otras, al igual que una corriente subterránea, se hunde en las profundidades de la tierra y fluye, tal cual, hacia otra parte.
-Quizá la señora Saeki haya encauzado su talento hacia otra cosa diferente de la música-digo.
-¿Otra cosa?-dice Ôshima intrigado frunciendo el entrecejo-. ¿Cómo qué?
No se me ocurre nada.
-Pues no lo sé. Sólo me ha dado esa impresión. No sé, en algo…, algo que no tiene forma.
-¿Algo que no tiene forma?
-O sea, algo que no se puede ver, una búsqueda personal. Tal vez se le podría llamar una labor interna.”

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